Legiones del Olvido
por Enric Martí
Al cielo llamé y no me abrió
pues sus puertas me cierra;
de mis pasos por la Tierra
responda el Cielo y no yo.
José Zorrilla
Pocos días después de iniciarse la operación Barbarroja, el Duce se entrevista con el general Giovanni Messe, quien en noviembre de 1940 había comandado el Corpo Especiale en la campaña de Grecia, para la formación del CSIR (Corpo di Spedizione Italiano in Russia) compuesto por las siguientes divisiones Celere o “rápidas”: Torino, Pasubio y Duca d’Aosta más unidades auxiliares, 6.000 vehículos y menos de un centenar de aviones de la Regia Aeronáutica.
El general Messe con los soldados de los 81º y 11º regimientos.
A mediados de agosto de 1941 pasará a formar parte del OB del III CE acorazado alemán perteneciente al 1. Panzergruppe de von Kleist desplegando en la línea del Dnieper. El día 20 del mes de octubre toma la ciudad de Stalino. Tanto el equipo como la moral son pésimos. Es fácil crear una sencilla regla de tres: si el soldado italiano a las puertas de casa (África del Norte) se ha comportado con una notable flaqueza ante un enemigo poco pertrechado de armamento moderno, ¿cómo se batirá a miles de kilómetros de sus hogares en un clima atroz y frente a máquinas infernales como las de las familias KV o SU y los omnipresentes T-34? Basta citar que en la batalla de Nitokva, a mediados de diciembre, de cerca de 1.000 bajas italianas 850 lo serán por congelación.
El Rodillo ruso
Las ínfulas imperiales de Mussolini con utopías demenciales y desfiles brazo en alto por las calles de Madrid tras Guadalajara o por las de El Cairo tras El Alamein no se hicieron realidad. Pero ¿y Moscú el cubil de la hidra roja? Parecía, y todos los indicios apuntan a ello que pronto será un hecho consumado. El ARMIR formará parte del Grupo de Ejércitos B, cuyo objetivo era la aniquilación de toda unidad soviética en el norte del río Don: mientras las unidades germanas se encargan del asalto de la magnética ciudad de Stalingrado, el 8º Ejército italiano, el 3º y 4º rumanos y el 2º húngaro debían cubrir sus flancos en el Don y en el Volga. Todos los ejércitos de los satélites del Reich tenían escasez de medios pesados y los pocos con que se contaban eran obsoletos; el material disponible sólo los hacía aptos para tareas de guarnición en una pacífica retaguardia, pero nunca jamás para defender el punto de ruptura de los ejércitos de choque soviéticos.
Desfile en la Via Nazionale de Roma
La composición del ARMIR para esta gigantesca maniobra era: XXIV CE (General Messe) divisiones: Torinio, Duca d’Aosta y Pasubio; el II CE (General Zanghieri) con las divisiones Ravena, Cosseria y Sforzesca, el C.E. Alpino (General Nasci) con las divisiones Julia, Tridentina y Cuneense y como reserva general la división Vicenza. Su aparente fortaleza es totalmente ficticia pues el alto mando en Roma no había tomado nota en absoluto de las duras condiciones del invierno anterior y su logística no había mejorado, sino todo lo contrario; el soldado italiano deberá paliar sus carencias con las ropa de abrigo y alimentos enviadas por sus familiares. El endémico mercado negro y el estraperlo campará a sus anchas y muchas unidades verán como única opción el asalto nocturno a los almacenes de la Wehrmacht.
La ofensiva alemana hacia Stalingrado y el Cáucaso
Su componente acorazado no era el de los mediocres carros M11/39 y M13/40 o el claramente inferior a sus adversarios M14/41, sino el anacrónico L3, nuestra conocida “Lata de sardinas” que ya mostro su nulidad combativa a lo largo de la guerra civil española. La artillería antitanque seguía contando con la pieza de 47mm eficaz únicamente para “rascar” a los carros enemigos. La antiaérea era inexistente y la de campaña un verdadero museo de reliquias de la Gran Guerra.
Tanquetas L3 en la campaña del norte
La operación Urano (Cerco del 6º Ejército Alemán en Stalingrado) planificada por el mariscal Giorgi Zhukov, golpeó contra los goznes frágiles del II CE italiano y el III rumano (General Dumitrescu). Pronto las dos enormes pinzas empezarán a cerrarse, tomando Kantemirotvka el 19 de diciembre de 1942 y avanzando sobre Chertkovo. Carente de combustible, el ARMIR, abandonará sus vehículos y su artillería iniciando una desbandada en dirección sudoeste en dos columnas: la norte (Divisiones Torino, Ravenna, Pasubio y la 298ª D.I. alemana) y la Sur (Divisiones Sforzesca, Duca d’Aosta y restos de la 27ª Div. Panzer). Sólo el cuerpo Alpino más al norte, a un centenar de kilómetros del Don, mantendrá sus posiciones: el resto vagará como espectros por la infinita estepa.
Contraofensiva soviética invierno 1942-1943
No serán pocos los campesinos ucranianos que ofrecerán comida y abrigo a los desvalidos soldados, pero el hostigamiento de los partisanos será constante y la presencia de un solitario T-34 en el horizonte provocará escenas de pánico colectivo. La víspera de Navidad, la columna Norte logrará romper el cerco de Arbusovka, sólo para ser copada de nuevo dos días más tarde. La diezmada columna sur logrará llegar a las líneas propias en Skarsiskaia el día de año nuevo de 1943.
El 12 del mismo mes de enero, los soviéticos se lanzarán a la ofensiva sobre el 2º Ejército húngaro, XXIV CE alemán y el CE Alpino italiano. El 17, el general Gariboldi autoriza el repliegue del cuerpo junto a los restos de las divisiones Vicenza y Cosseria. En la base logística de Pogdomoje, los tiroteos entre italianos y húngaros se repetirán sin tregua con el objetivo de saquear y requisar cualquier vehículo, trineo o carruaje; no se logrará el enlace con los alemanes en Sebekino hasta el último día del mes tras una dramática marcha que cubrirán la retaguardia con enorme sacrificio y no poco heroísmo las divisiones Cuneense y Julia.
Bersaglieris en Ucrania
Es necesario señalar que los miembros de la “raza aria”, además de acaparar la totalidad del combustible, se negarán a admitir a ningún miembro de los ejércitos aliados en sus convoyes y llegarán a rechazarlos a bayonetazos ¡Tiempo tendrán von Manstein y Guderian de ejercer de neo Pinochos en el nuevo orden Occidental! Ni siquiera los heridos más graves tienen un mísero vagón en los trenes que se dirigen a la retaguardia. Sus penurias no acaban aquí: todavía deberán cubrir 700 kilómetros hasta llegar a Slobin auxiliados por las bestias de carga de la población ucraniana ¡Si el ARMIR necesito 200 trenes para su puesta en escena, sólo precisará de 16 para su regreso a Italia!
Amicci noi
La hecatombe fue de tal magnitud que era meramente imposible la reconstrucción de sus unidades (Unos 85.000 muertos, 25.000 congelados y la pérdida de la totalidad de armamento y equipo). Finalmente se tratará de crear en Gomel un pequeño cuerpo con los restos de las divisiones Cosseria y Ravenna, pero la falta de pertrechos abortará el intento. A finales de mayo los restos del ARMIR inician la retirada hacia la soleada Italia, llegando las últimas unidades el mismo día de la firma del armisticio con los aliados (8 de septiembre de 1943).
T34/85 el caballo de batalla soviético (Foto autor)
La suerte de los prisioneros italianos es pareja a la de los alemanes del 6º Ejército ¡Esos parcos 5.000 supervivientes! la Unión soviética cuya población está al borde de la inanición poco se preocupará por sus odiados enemigos, y más viendo la humanidad mostrada por el Reich en los territorios ocupados ¡Sufrirá 27.000.000 de víctimas, que se dicen pronto! No obstante, tratarán de concentrar a los italianos en campos meridionales, en los que el clima es más benigno. No será hasta 1963 en que el dirigente Khrushev dará escuetas aclaraciones sobre los desaparecidos. Pero ante la insistencia italiana finiquitará el asunto alegando ¡Yo también perdí un hijo en la vorágine de la guerra! Las cuentas seguirán sin cuadrar hasta veinte años más tarde.
Soldado ruso despidiéndose de su familia ¿Volverá a verlos?
En 1987, a punto de caer el bloque comunista, en la localidad polaca de Deblin, durante unas obras para edificar un monumento a las víctimas del nazismo ¡Casualidades del destino! se descubren cerca de dos mil cuerpos. En un primer momento se cree que se trata de algo similar al bosque de Katyn, donde la NKVD soviética asesinó vilmente a 20.000 oficiales polacos tras su rendición en 1939; pero uniformes, enseres personales y equipo los identificaba como italianos. Eran los restos del ARMIR que habían permanecido en Rusia y a quienes el armisticio los puso en la tesitura de combatir junto a los alemanes o marchar a la cautividad. Esta jamás se producirá, ya que los alemanes obligarán a los soldados a excavar profundos túneles donde los enterrarán vivos ¡Más de siete mil desgraciados! Los oficiales tendrán mejor suerte, si es que se puede denominarse de esta forma, y serán los dos mil encontrados en primer momento, ya que fueron fusilados y enterrados en fosas comunes ¡Que decir tiene que se escurrirá el bulto diciendo que fueron los esbirros de Himmler, los siniestros SS! Es la serenatta de siempre: al fin y al cabo ¿Alguien conoce a algún alemán que simpatizara con el régimen nazi? ¿Qué conociera la existencia de los campos de exterminio? ¿Que se crea superior al resto del género humano?